Hernando Arias de Saavedra, historia de un hombre visionario vital para el desarrollo regional

El Instituto Hernando Arias de Saavedra busca, como hace 30 años, generar a través de la educación proyectos educativos y estratégicos orientados a una acción transformadora de la sociedad en todos sus estamentos.

Todo esto se logra, año tras año, bajo el legado de Hernando Arias de Saavedra quien marca el camino para proyectar en las diversas carreras que componen la propuesta educativa tres ejes estratégicos: la memoria de sus raíces, el coraje frente al futuro y la captación del presente.

Pero quién era y por qué es tan importante su figura Hernando Arias de Saavedra nació en Asunción en el año 1564 consagrándose en la milicia desde muy temprana edad. En 1592 el cabildo de Asunción lo elige como teniente gobernador en respuestas a las exigencias de criollos y mestizos, convirtiéndose  en el primer gobernador nacido en tierras del Río de la Plata.

A continuación en el año 1598 obtuvo su segundo mandato como gobernador y es reconocido como fundador de las ciudades de Corrientes, Concepción del Bermejo y su natal Asunción. 

En una conferencia Salvador Cabral Arrechea, fundador del Instituto Saavedra, contó que fue el primero en introducir la actividad ganadera en el caso del Río de la Plata, «allí se da desde el inicio una tarea muy importante de contrabando que tumba abajo grandes personajes como el caso de Hernando Arias que tuvo que renunciar como gobernador al darse cuenta que a los porteños no se los podía mandar desde Asunción y el contrabando de Buenos Aires no se podía vigilar desde Asunción».

«Entonces en 1620 le pide al rey que divida las jurisdicciones que habían aquí, que forme la provincia del Paraguay cuyo límite sería el río Paraná, entonces se forma la provincia de Buenos Aires y del Paraguay», mencionó.

A continuación evidenció que el envío de encomiendas de una orilla a la otra  como forma de trabajo traía una inestabilidad permanente, «porque el indio moría realizando el trabajo trayendo consigo levantamientos, algo que a la corona no le beneficiaba. Partiendo desde ese lugar, Hernando Arias solicita que los  jesuítas se hagan cargo de la evangelización de los indios de una manera diferente. Los indios ingresan  a las Misiones no solamente porque los jesuitas le hablaban en guaraní; ya que su supervivencia tenía solamente tres alternativas: o los bandeirantes, las encomiendas o las misiones. Entonces las tribus guaraníes no dudaban que las misiones eran la mejor perspectiva para poder vivir».

«Los jesuítas respetaban políticamente la estructura de los guaraníes y al cacique lo reconocían como cacique y lo transformaban en cabildante, es decir, que se producía una síntesis donde la tribu se seguía sintiendo representada porque era su cacique el que discutía en en el cabildo sus problemas», decía Cabral Arrechea.

De esta manera queda demostrado que la obra más grande de Hernando Arias de Saavedra fue haber gestionado el arribo desde Brasil de los padres jesuitas para dar origen a la monumental obra de las Misiones, primer antecedente de integración cultural, política, educativa y social de lo que le esperaba el Mercosur como futuro estado continental. 

Hernando Arias logró dejar un legado social que ha buscado interpretar el ser nacional sin descuidar el origen inmutable de sus raíces que interpretó fielmente debido a que demostró  comprensión y compromiso de los elementos intrínsecos de la nacionalidad, entendiendo la misión que debía cumplir en su contexto y así demostró ser un hombre con una visión estratégica para el desarrollo regional.

Es por ello que el Instituto Hernando Arias de Saavedra busca mantener la memoria de sus raíces mediante el fortalecimiento del Mercosur, eje fundamental de la política exterior Argentina, convirtiendo a Misiones en epicentro del proceso actual de integración pasando de ser una provincia de frontera a constituirse en conjunción y encuentro de los demás países del nuevo Bloque de Educación a Distancia.